TODOS SOMOS EL BLED
Cuando una nación queda devastada, es deber ineludible de prójimo acudir en su ayuda, no se diga en el caso actual del Líbano, a cuyo llamado respondemos los que estamos ligados al Bled por la sangre, con la fuerza irrestricta que tiene un imperativo categórico. Faustos Dimitrakis, Guayaquil. 2006 |
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